07/11/2023

Hace unos días, di una pequeña charla en un evento de The power MBA sobre mi empresa pero quise aportar un poco de humor y contar también algunas cosas no tan bonitas de ser emprendedora. Quise hablar que desde que soy emprendedora me han salido en la cabeza todos los miedos y síndromes que existen en la tierra.

Y aquí os traigo alguno de esos que tengo y he reconocido:

Miedo a hablar en público

Ya desde bien pequeñita lo tengo pero al ser emprendedora tienes que ser guay y estar en todas estas cosas, darte a conocer… así que no queda otra que estar aquí.

Síndrome del impostor:

este es el más conocido. El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico por el que la persona cree que no es inteligente, capaz o creativa, a pesar de que las evidencias indican que es hábil, presenta un alto rendimiento y tiene éxito. Es sentirte como un impostor cuando realmente no lo eres. No sé vosotros, mis compis emprendedores, pero a mí una de las cosas que más me ha costado es ponerme precio y valorarme, pero lo trabajo día a día y cada vez lo sé lo que cuesta hacer mi trabajo. He hecho muchas cosas gratis y otras les he metido tantas horas que me salía la hora a un precio ridículo.

Síndrome del Objeto Brillante:

Se entiende por el impulso de sentirse constantemente atraído por la novedad, sea una nueva idea, proyecto, actividad o herramienta, en vez de centrarse en lo que se está haciendo o se debería hacer. El fenómeno perjudica gravemente la productividad. A mí me ha pasado, yo he llegado a hacer un podcast sobre Tinder, crear una marca con sus diseños y pensar que la íbamos a petar.

Síndrome de Peter Pan:

Los emprendedores con el síndrome Peter Pan son los que siempre están emprendiendo sin llegar a dar el salto definitivo, siempre encuentran un motivo para no salir a vender a clientes reales. A medida que pasa el tiempo la altura del trampolín va subiendo, y sienten más y más vértigo…El miedo escénico se incrementa por miedo al fracaso. Cuanto más tiempo tardan en salir a vender más miedo les da el rechazo del cliente. Algunos emprendedores de postureo sólo buscan el premio, disfrutan siendo emprendedores, dan bombo a sus proyectos de empresa, que llevan muchos meses, incluso años, viviendo del cuento cuando, en realidad, no tienen más de 2 clientes, a los que, además, apenas les facturan un par de euros.

Síndrome de las 3P:

Perfeccionismo, paralización y procrastinación. Perfeccionismo: todo tiene que estar perfecto antes de salir al mercado. Miedo al fracaso. Paralización ante opciones, no se atreven a tomar una decisión y pierden tiempo y tiempo en analizarla, cuando la mayoría de las decisiones los empresarios las toman por intuición. Y Procrastinar… la gran palabra.

Pues así puedo estar escribiendo y describiendo todo tipo de miedos y síndromes que aparecen de la nada cuando decides ser emprendedora.

¿Y qué he hecho para no tener tanto miedo? Porque no puedo decir que los he vencido, los miedos están ahí… pero lucho contra ellos cada día. ¿cómo? Exponiéndome a situaciones que me incomodan y repitiéndolas todas las veces que pueda.

Así que hablo en público, pongo tarifas acordes con el valor de mi trabajo, pido ayuda siempre que lo necesito o invierto en formaciones o mentorías. Y así poco a poco ha ido naciendo Bemyrioja, una empresa especializada en la organización de eventos.

Os dejo el video completo de la charla, perdonad por el audio… y lo mejor de todo es que desde que hablo en público, aunque sufriendo al principio, he descubierto ¡que me encanta! Así que no os rindáis nunca, a luchar contra vuestros miedos, poneos en situaciones incómodas y tal vez como yo, descubráis que un miedo se convierte en pura pasión y estáis deseosos de repetirlos.

 

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